Que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al
mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos entregó a
nosotros la palabra de la reconciliación. (2 Corintios 5:19).
En el ministerio de rescatar a los perdidos, los
hombres y los ángeles deben trabajar en armonía enseñando la verdad de Dios a
los que todavía no la conocen, a fin de que puedan verse libres de las ataduras
del pecado. Sólo la verdad puede producir esta liberación. La libertad
resultante del conocimiento del mensaje debe ser proclamada a toda criatura. Nuestro
Padre celestial, Jesucristo y los ángeles del cielo están interesados en esta
obra grandiosa y santa.
Al hombre se le ha concedido el exaltado privilegio de
manifestar el carácter divino por intermedio de la abnegación que requiere la
tarea de rescatar a los que fueron arrojados al pozo de la ruina. Cada uno que
desee someterse a la iluminación del Espíritu Santo será usado para realizar
este propósito divinamente concebido. Cristo es la cabeza de la iglesia y él
será más glorificado si cada sector de la feligresía participa en la obra de la
salvación...
Hay más gozo en el cielo por un pecador que se
arrepiente que por los noventa y nueve que no necesitan arrepentimiento. Cuando
escuchemos acerca del éxito que tuvo la proclamación del mensaje en cualquier
lugar, toda la iglesia debería expresar su regocijo mediante himnos de alabanza
y oraciones elevadas a Dios. Que el nombre del Señor sea glorificado por
nosotros, a fin de que recibamos más inspiración y celo para seguir colaborando
con él en esta obra. El Señor nos insta a cumplir con el mandato: "Id por
todo el mundo, y predicad el evangelio a toda criatura" (Mar. 16:
15). Sin embargo, debemos darle más
lugar a la obra del Espíritu Santo a fin de poder actuar de concierto y así el
cuerpo de soldados de Cristo pueda avanzar más resueltamente.
Que todos los miembros lleguen "a ser espectáculo
al mundo, a los ángeles y a los hombres" (1Cor. 4:9). Por lo tanto, cada
uno debería preguntar con humildad y temor: ¿Cuál es mi puesto del deber? La
total dedicación al servicio de Dios pondrá en evidencia la modeladora
influencia del Espíritu Santo en cada etapa del camino.- Review and Herald, 16
de julio de 1895. 190
AUDIO: https://youtube.com/playlist?list=PLvgp0opDuRFxOYUu9YwK_dxSVa2U9EmVk
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