He aquí nuestro Dios a quien
servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos
librará. Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco
adoraremos la estatua que has levantado. (Daniel 3: 17, 18).
Mientras esos jóvenes actuaban en
favor de su salvación, Dios obraba en ellos para que desearan y actuaran según
el beneplácito divino. Esta es la
fórmula del éxito. Para apropiarnos de
la gracia de Dios debemos hacer nuestra parte.
El Señor no va a realizar por nosotros ni el querer ni el hacer. El imparte su gracia para despertar en
nosotros tanto el querer como el hacer, pero nunca para reemplazar nuestros
esfuerzos. Necesitamos ejercitarnos para
cooperar con Dios. El Espíritu Santo
actúa en nosotros a fin de que podamos obrar nuestra propia salvación. Se esmera para que aprendamos esta lección
práctica: "Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el
hacer, por su buena voluntad" (Fil. 2: 13).
El Señor desea cooperar, con
todos los que fervientemente se esfuerzan para ser fieles en el servicio que le
prestan, del mismo modo como lo hizo con Daniel y sus tres compañeros. Las finas cualidades de la mente, y un
elevado tono del carácter moral, no son resultado de un accidente. Dios ofrece las oportunidades, y de nosotros
depende el uso que hagamos de ellas. Las
ocasiones de la Providencia deben ser discernidas con prontitud y aceptadas con
interés. Habrá muchos que llegarán a ser
poderosos si, como Daniel, dependen de la gracia de Dios para ser vencedores, y
para recibir la fortaleza y la eficiencia que les permita realizar bien la
obra.
Queridos jóvenes, les recomiendo: Sean fieles. Pongan el corazón en lo que tienen que hacer. Nunca imiten a los que son perezosos y sirven a medias. Una acción que se repite con frecuencia forma hábitos, y éstos perfilan el carácter. Realicen los pequeños deberes de la vida con paciencia. Mientras no le den importancia a la fidelidad en la realización de los mismos, el desarrollo de sus caracteres resultará insatisfactorio. A la vista del Omnipotente, toda tarea es importante. El Señor dijo: "El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel" (Luc. 16: 10).- The Youth's Instructor, 20/08/1903. 147
AUDIO. https://youtube.com/playlist?list=PLvgp0opDuRFzYiJ_3Qer1djKIxMXbo7sk
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