jueves, 21 de junio de 2018
09. UN CORAZÓN NUEVO. II. TRANSFORMADOS POR EL ESPÍRITU.
sábado, 16 de junio de 2018
08. RESTAURACIÓN DE LA IMAGEN DIVINA. II. TRANSFORMADOS POR EL ESPÍRITU.
viernes, 15 de junio de 2018
07. FORTALECIMIENTO INTERIOR. II. TRANSFORMADOS POR EL ESPÍRITU.
lunes, 11 de junio de 2018
06. HUESOS SECOS VIVIFICADOS. II. TRANSFORMADOS POR EL ESPÍRITU.
domingo, 10 de junio de 2018
05. ARCILLA EN MANOS DEL ALFARERO. II. TRANSFORMADOS POR EL ESPÍRITU.
Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano; y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla. Entonces vino a mí palabra de Jehová, diciendo: ¿no podré yo hacer de vosotros como este alfarero, oh casa de Israel?, dice Jehová. He aquí que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel. (Jer. 18: 4-6).
Dejo mi pluma y elevo mi ser en oración para que el Señor dé aliento y vida a su pueblo que, por ser apóstata, se parece a huesos secos. El fin se acerca furtiva, silenciosa e imperceptible, como los pasos del ladrón que de noche sorprende a la guardia que no vela. Deseamos que el Señor conceda su Santo Espíritu a los ociosos, para que no sigan durmiendo como los demás; que sean sobrios y estén alertas. Después de haber desperdiciado la mayor parte del tiempo sin entregar al Alfarero el barro de su voluntad, ¿estaría dispuesto a cooperar con él para llegar a ser un vaso para su honra?
Para ser susceptible a recibir las impresiones divinas, oh, ¡cuánto tiempo debe quedar la arcilla en manos del Alfarero y permanecer expuesta a los brillantes rayos de su justicia!
Si se le da oportunidad para que actúe en la vida, nada de origen terrenal y egoísta debe tolerarse a fin de que pueda modelar la imagen divina. El espíritu de la verdad santifica la vida interior. Cuando se comprende la grandiosidad de su obra, incluso los pensamientos se sujetan a Cristo. Aunque supera nuestro entendimiento, es así como obra.
¿Hay sabiduría en depender de las obras que realizamos? Dejemos actuar a Dios en nuestro favor. ¿Hay alguna excelencia en la conducta y el carácter que pueda tener su origen en seres humanos finitos? No, todo procede de Dios, el gran centro o expresión del poder del alfarero sobre la arcilla. Oh, que los bendecidos por los tesoros de la verdad del Señor despierten para expresar de corazón: "Señor, ¿qué quieres que yo haga?" (Hech. 9: 6). Cada vez hay más luz para alumbrar a toda persona que desee compartirla con otros.- General Conference Daily Bulletin, 4 de febrero de 1893. EGW RP MHP
sábado, 9 de junio de 2018
04. PARTICIPANTES DE LA NATURALEZA DIVINA. II. TRANSFORMADOS POR EL ESPÍRITU.
Por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia. (2 Pedro 1: 4).
Un cristiano fuerte es quien tiene a Cristo formado dentro, la esperanza de gloria. Ama la verdad, la pureza y la santidad. Gracias a su amor a la Palabra de Dios, su vitalidad espiritual lo lleva a buscar la comunión con los que viven en armonía con ella, a fin de poder captar cada rayo de luz que Dios comunica para revelar a Jesús, con el propósito de hacerlo más precioso para el creyente.
El que tiene una fe sólida halla que Cristo es la vida del alma, y que para él es como una fuente que brota para vida eterna. Así, con placer, somete todo poder personal a la obediencia a Dios. El Espíritu, con su influencia vivificante, guardará a ese creyente en el amor de Dios.
A los cristianos se les escribe: "Gracia y paz os sean multiplicadas, en el conocimiento de Dios y de nuestro Señor Jesús. Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia;
vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados.
Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás. Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo" (2 Ped. 1: 2-11). Review and Herald, 11 de diciembre de 1894. EGW RP MHP
jueves, 7 de junio de 2018
03. UN TEMPLO PARA EL ESPÍRITU. II. TRANSFORMADOS POR EL ESPÍRITU.
miércoles, 6 de junio de 2018
02. ELEGIDOS PARA LA SALVACIÓN. II. TRANSFORMADOS POR EL ESPÍRITU.
En virtud de la gracia de Cristo y de la obra del Espíritu Santo, por fe debemos creer que somos elegidos por Dios para la salvación. Alabemos y glorifiquemos al Señor por tan maravillosa manifestación de su inmerecido favor. Es el amor de Dios lo que nos lleva a Cristo para ser recibidos en su gracia y presentados a su Padre. Entonces, en virtud de la obra del Espíritu Santo se renueva la divina relación entre Dios y el pecador.
Él dice: "Y me seréis por pueblo, y yo seré vuestro Dios. Ejerceré mi amor perdonador en favor de ustedes, les daré mi gozo y, además, serán mi especial tesoro. Este pueblo que formé para mí mismo, públicamente me alabará" (véase Jer. 30: 22; 31: 1-33). Cristo está llamando a sus hijos y es de nuestro interés presente y eterno escuchar su invitación. Jesús dijo: "No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros" (Juan 15: 16).
Todos los que desean ser conocidos como hijos de Dios deben responder al ofrecimiento, y ponerse en una situación donde la luz celestial pueda iluminarlos. Así podrán saber lo que significa ser oidores y hacedores de las palabras de Cristo, la luz del mundo, y ser aceptos en el amado. Dios ya hizo todo lo que podría hacer para garantizar la salvación. En un sólo don puso todos los tesoros del cielo. Él invita, y también suplica e insta. Pero nunca fuerza a los que llama.
Espera la cooperación y aguarda el consentimiento de la voluntad con el fin de conceder al pecador las riquezas de su gracia, que están reservadas para el creyente desde la misma fundación del mundo... Él Señor no proyectó neutralizar al poder humano, sino que éste, cooperando con Dios, pueda hacer que el hombre llegue a ser un agente más eficiente en sus manos. Aunque débil, falible, frágil, pecador e imperfecto, el Señor le ofrece el privilegio de ser copartícipe en su obra.- The Messenger, 26 de abril de 1893. EGW RP MHP