Acerquémonos, pues,
confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia
para el oportuno socorro. (Hebreos 4:16).
El Señor no permitirá
que sus afligidos y probados hijos sean juguete de las tentaciones de Satanás. Es
nuestro privilegio confiar en Jesús. Los cielos están llenos de ricas bendiciones,
y es nuestro privilegio tener el gozo de Cristo para que nuestro gozo sea
completo. No lo tenemos porque no pedimos, o porque no oramos con fe, creyendo
que seremos bendecidos con la influencia especial del Espíritu Santo. Mediante
la intercesión de Cristo, se le imparte al auténtico investigador la bondadosa
influencia del Espíritu Santo para que los que la reciben puedan transmitir a
otros el conocimiento de la verdad salvadora.
¿Por qué no creemos el sencillo "Así dice el Señor"? No cesen de orar bajo ninguna circunstancia. El Espíritu puede estar dispuesto, pero la carne enferma.
Sin
embargo, Jesús lo sabe todo. En su debilidad usted no debe estar ansioso,
porque la ansiedad implica dudas y desconfianza. Sencillamente tiene que creer
que Cristo es capaz de salvar hasta lo sumo a todos los que vienen a Dios por
medio de él, siendo que vive siempre para interceder por nosotros.
¿Qué abarca la
intercesión? Es la cadena de oro que une al creyente finito con el trono del
Dios infinito. El agente humano, por quien Cristo murió para salvarlo,
importuna el trono de Dios, y su petición es asumida por Jesús, quien lo compró
con su propia sangre. Nuestro gran Sumo Sacerdote coloca su justicia del lado
del que implora con sinceridad, y la oración de Cristo se une con la del
suplicante humano.
Cristo insta a su
pueblo a orar sin cesar. Esto no significa que siempre hemos de estar sobre las
rodillas, pero esa oración ha de ser como el aliento vital. Nuestros pedidos
silenciosos, dondequiera estemos, han de ascender a Dios, y Jesús nuestro
Abogado, implorará en nuestro favor, llevando con el incienso de su justicia
nuestras súplicas al Padre.
El Señor Jesús ama a su
pueblo, y, cuando éste confía y depende completamente de él, lo fortalece. El
vivirá en ellos, dándoles la inspiración de su Espíritu santificador, e
impartiendo a la existencia una transfusión vital de sí mismo.- Sabbath School
Worker, 1/02/1896. 308
AUDIO: https://youtube.com/playlist?list=PLvgp0opDuRFxYbpvM5t67YPIWXD9NDE5p
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