Sino santificad a Dios el Señor
en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con
mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que
hay en vosotros. (1 Pedro 3: 15).
Esto es lo que veremos si nos
relacionamos con Dios. Dios quiere que dependamos de él y no del hombre. Desea
que tengamos un corazón nuevo. Quiere darnos revelaciones de luz del trono de
Dios. Debiéramos luchar con cada dificultad. Pero cuando se presenta algún
punto controvertido, ¿habéis de ir al hombre para recoger su opinión y luego
amoldar vuestras conclusiones con ella?
No, id a Dios. Decidle lo que queréis. Tomad vuestra Biblia y
escudriñadla como si se tratara de tesoros ocultos.
No profundizamos lo suficiente en
nuestra búsqueda de la verdad. Cada alma que cree en la verdad presente será
puesta en circunstancias en las que se le requerirá que dé razón de la
esperanza que hay en ella. Los hijos de Dios tendrán que hallarse ante reyes,
príncipes, gobernantes y grandes de la tierra, y éstos deberán saber que los
hijos de Dios saben con certeza lo que es la verdad. Deben ser hombres y
mujeres convertidos. Dios puede enseñaros más en un momento, mediante su
Espíritu, que lo que podríais aprender de los grandes hombres de la tierra. El universo contempla la controversia que se
desarrolla en la tierra. A un costo infinito, Dios ha provisto una oportunidad
para que cada hombre sepa lo que lo hará sabio para la salvación. ¡Cuán
ansiosamente miran los ángeles para ver quién aprovechará esa oportunidad!
Cuando se presenta un mensaje a
los hijos de Dios, no deben levantarse en oposición contra él. Debieran ir a la Biblia, para compararlo con
la ley y el testimonio, y si no soporta esta prueba, no es verdadero. Dios
quiere que se expandan nuestras mentes. Quiere revestirnos con su gracia. Podemos disfrutar de un festín diario de
cosas buenas, pues Dios puede abrir todos los tesoros del cielo para nosotros.
Hemos de ser uno con Cristo como él es uno con su Padre. Y el Padre nos amará
como ama a su Hijo. Podemos tener la misma ayuda que tuvo Cristo, podemos tener
fortaleza para cada emergencia, pues Dios será nuestra vanguardia y nuestra
retaguardia.- Mensajes selectos, t. 1, pp. 485, 486. 127
AUDIO. https://youtube.com/playlist?list=PLvgp0opDuRFw6vQ5YVlIonyXAPELBB7Zt
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