Pero tenemos este tesoro en vasos
de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros. (2
Cor. 4: 7).
Han preguntado: ¿Qué clase de
vasija utiliza el Espíritu? ¿Qué dice Jesús?
"Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados y yo os haré
descansar. Llevad mi yugo sobre
vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis
descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga"
(Mat. 11: 26-30). ¿Cuál es el recipiente apropiado para los propósitos del
Señor? Una vasija vacía. La persona, al
desprenderse de toda corrupción, queda en condiciones de ser utilizada.
¿Nos hemos vaciado del yo? ¿Nos
hemos liberado de la planificación egoísta? ¡Oh, ocupémonos menos del yo!
Quiera Dios purificar a su pueblo, a sus maestros y a las iglesias. Él es un
guía que nos orienta en todo, pero esto no nos libera de problemas que nos
pueden apartar de los, principios de la justicia. ¿Por cuánto tiempo debe
continuar esta situación? ¿Cómo puede utilizar el Señor nuestras vasijas para uso
sagrado, a menos que nos vaciemos a nosotros mismos para dar lugar a la obra
del Espíritu Santo?
Dios convoca a su pueblo para que
lo revele a él. ¿Debería ser el mundo el que muestra las normas de integridad
que la iglesia no tiene? ¿Debería ser la ambición egoísta lo primero que
muestran los seguidores de Cristo? Los
principios acariciados por ellos, ¿no deberían ser puestos sobre el verdadero
fundamento para que en lugar de antagonismo haya unidad en la iglesia?
¿Traeremos a su seno madera, heno o rastrojo?
Mejor, ¿no deberíamos aportar los metales más valiosos: oro, plata o
piedras preciosas? ¿Será que no podemos distinguir bien entre la paja y el
trigo? ¿No nos hemos dado cuenta de que necesitamos recibir el Espíritu Santo
en el corazón para que pueda adaptar y modelar nuestra vida?
Vivimos en tiempos peligrosos. En
el temor de Dios quiero decir que el contacto con las Escrituras es
indispensable para el completo desarrollo de nuestros caracteres. Cuando el
Espíritu Santo actúa sobre el corazón y la mente, cuando el yo está muerto, la
verdad puede habilitarnos para una constante expansión y para alcanzar nuevas
alturas en el desarrollo. Cuando la verdad le da forma al carácter, se la verá
cómo es en realidad.- Review and Herald, 28 de febrero de 1899. 114
AUDIO. https://youtube.com/playlist?list=PLvgp0opDuRFw6vQ5YVlIonyXAPELBB7Zt
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